¿Cómo un arquitecto puede agregar valor a tu vivienda?

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Construir desde cero o, en su defecto, adicionar y remodelar tu vivienda es una decisión de suma importancia, por lo cual es muy necesario contar con la ayuda y asesoría de un profesional en todas las áreas que requiera tu proyecto. A grandes rasgos, optar por la contratación de un arquitecto puede ser muy obvia, sin embargo, ¿sabes cómo esta decisión puede agregar valor a tu vivienda? 

Trabajar con un arquitecto para construir o remodelar tu vivienda es, evidentemente, un gasto adicional en cualquier proyecto, no obstante, lo mejor es que se mire desde un punto de vista inversionista; el dinero, recursos y tiempo gastado durante este proceso será directamente proporcional al valor que se va a agregar a tu vivienda, y no solo nos referimos al valor monetario. 

Contar con la experticia de un arquitecto va a ser de gran utilidad al momento de administrar los recursos y el dinero, así como también al planificar el diseño y la construcción de la obra. Ahora bien, cuando nos referimos a agregar valor a tu vivienda, también queremos hacer hincapié en la importancia del correcto desarrollo del proyecto y el ahorro (a mediano y largo plazo) que supone trabajar con profesionales.

Los Arquitectos Locales contamos con un cúmulo de aptitudes y años de experiencia que van a significar un beneficio en gran sentido para ti y tu proyecto, pudiendo traducir o agregar a estos beneficios el valor añadido que obtendrá tu vivienda al ponerla en manos de un arquitecto profesional, los cuales no solo incluyen un valor económico sino más bien estético, funcional y de calidad, siendo estos más difíciles de percibir a simple vista pero que, con el paso del tiempo, su resultado será completamente manifiesto; para fines de simplificación, te los detallamos a continuación. 

Aspectos en los que un arquitecto puede agregar valor a tu vivienda

Calidad de vida y bienestar general

La mejoría en la calidad de vida también incluye el incremento del bienestar y la salud de quienes habiten la vivienda. La forma predilecta en que los arquitectos deciden agregar valor a las viviendas es mediante el diseño y construcción de una casa en la cual se pueda disfrutar, trabajar, crecer… en fin, vivir. 

Cuando se intentan mantener estos factores en su máximo esplendor, mediante técnicas y métodos que aporten comodidad y seguridad a los habitantes de la vivienda, el estado de felicidad, orgullo y bienestar general se incrementan en lapsos de tiempos casi inmediatos y, por ende, la salud (tanto emocional como física) se verá beneficiada a mediano y largo plazo.

El incremento en la calidad de vida podría suponer, inclusive, un ahorro de gastos médicos, por ejemplo; a largo plazo, despejar tu vida de factores negativos también se verá reflejado en tu bolsillo.

Entre muchos otros, el arquitecto va a agregar valor a tu vivienda mediante estrategias que mejoren la calidad y los niveles de la luz y el aire, los sistemas de calefacción y ventilación y las propiedades acústicas, lo que supone una mejoría en la salud de tus ojos, oídos y organismo en general. 

A su vez, un arquitecto se asegurará de que tu vivienda se encuentre en el estado más seguro y que genera mayor confort para quien la habite o visite, incluyendo espacios de fácil y equitativo acceso, adaptables y flexibles, ideales para personas con discapacidades mentales o físicas y envejecimiento.

Productividad, funcionalidad y eficiencia

Quizás, reconocer la productividad, funcionalidad y eficiencia de una vivienda pueda parecer tarea un tanto complicada, suponiendo que la función básica de cualquier casa es ser habitable. No obstante, el arquitecto se encarga de agregar valor a tu vivienda mediante otros factores que, a simple vista, pueden pasar desapercibidos, pero significan también un ahorro en los costos a largo plazo. 

Para que una vivienda pueda ser funcional, no basta con que sea habitable. Un arquitecto debe estar al pendiente, escuchar y analizar tu comportamiento, el flujo de trabajo y las tendencias que sean relevantes en tu vida y la de tu familia; es así como un buen arquitecto diseña y crea espacios completamente personalizados y conforme a las necesidades exigencias de cada persona, para cada proyecto. 

Pero, ¿en qué momento entra la productividad y funcionalidad? El valor que esto supone lo puedes conseguir en el diseño personalizado el cual, esencialmente, se crea para agregar tiempo de calidad a tu vida y a las actividades más importantes, con las personas que lo ameriten. La productividad, además, se logra mediante el diseño, organización y uso eficiente y funcional de los espacios, reduciendo tanto metros cuadrados como costos de mantenimiento y construcción. La clave de esto está en la optimización de los espacios y el tamaño total de la vivienda.

Conseguir los espacios idóneos para el desarrollo de determinadas actividades, reducir las distancias entre electrodomésticos o habitaciones y ubicarlas en las zonas donde, inconscientemente (esto comprende factores como el sol y la luz natural), tu productividad se vea incrementada, son algunas de las formas más comunes de agregar valor en productividad, funcionalidad y eficacia de tu vivienda.

Las casas que tienen un diseño exagerado y muy grande, no son precisamente las más funcionales, sobre todo si es para una familia pequeña. A corto, mediano y largo plazo se pueden vislumbrar muchos costos de mantenimiento y desperdicios de tiempo, en especial por la inutilización de los espacios; nadie está completamente deseoso de pagar por algo que no va a utilizar, incluso si se trata de su vivienda. 

Reducción en costos de construcción

Con los costosa que se ha vuelto la vida, la mejor forma de agregar valor a tu vivienda es creando y utilizando métodos que permitan una reducción considerable de los costes de construcción, pero manteniendo en todo momento la funcionalidad y estética de la vivienda.

Los arquitectos son expertos en la reducción de costos, por lo tanto, es necesario ser completamente honestos al momento de idealizar y desarrollar el proyecto; un arquitecto puede ofrecerte planos concretos y eficientes, diseños sencillos, pero con buen nivel estético y asesoría para seleccionar los recursos y materiales más rentables, de acuerdo a las características de tu proyecto. 

Los arquitectos nos caracterizamos por la posibilidad de prevenir inconvenientes, logrando que el proyecto se lleve a cabo con éxito, con menos fallas y más ahorros. No es correcto, mucho menos rentable, hacer correcciones cuando la construcción ya está puesta en marcha, es por ello por lo cual un arquitecto va a tomar las decisiones y realizar cualquier cambio (estructural o de legalización) que considere prudente y eficiente durante el proceso de diseño. 

Del mismo modo, el trabajo en armonía entre la empresa constructora y el arquitecto va a dar como resultado un trabajo más limpio y exacto; te recomendamos que, antes de iniciar la construcción, realices un análisis (en conjunto con el arquitecto) sobre los verdaderos gastos del proyecto y su gestión, esta es la manera correcta de encontrar áreas que permitan la reducción en los costes de construcción.

Ciclo de vida de la vivienda

Este podría ser, quizás, la manera ideal de agregar valor a tu vivienda. Si los aspectos anteriormente señalados se han podido lograr a cabalidad, lo más posible es que el ciclo de vida de tu vivienda sea considerablemente alto. 

En este sentido, la reducción de los costes a largo plazo es prácticamente un hecho. Esta afirmación es de gran importancia al momento de iniciar un proyecto, tanto de construcción como de remodelación de vivienda y es que, se calcula, aproximadamente el 75 % de los gastos totales del ciclo de vida de una vivienda se van a visualizar con el paso del tiempo. 

El costo operativo y de mantenimiento es considerablemente bajo cuando una vivienda es “nueva” o apenas está iniciando su ciclo de vida, sin embargo, en muchos casos, aspectos fundamentales como materiales y equipos solo se evalúan para lograr un ahorro de costos inmediato mientras que a largo plazo resulta por ser todo lo contrario. Lo ideal es que los recursos utilizados sean rentables y eficientes aún con el paso de los años.

Y más allá de los recursos, el detalle minucioso en el diseño es igualmente fundamental. Una casa que posea el mismo nivel de funcionalidad y estética hoy y dentro 5 o 10 años, es una casa que nunca va a perder su valor; sobre todo si el nivel y los gastos de mantenimiento son bajos en comparación a otras viviendas.
Contar con un buen arquitecto genera un gasto adicional, pero es dinero bien invertido pues, recuerda que, el buen diseño vende. Agregar valor a tu vivienda también significa mayor valor en el mercado y en la reventa, he allí la visión inversionista.

Los Arquitectos Locales logramos agregar valor a tu vivienda (o a cualquiera que fuese tu proyecto) pues conocemos los ideales generales que están puestos en ella. El diseño, la construcción y demás servicios inherentes de la profesión de arquitectura dirigidos especialmente para las viviendas son una de nuestras especialidades; no solo manejamos presupuestos reales sino también accesibles, garantizando el nivel de diseño, confort, calidad y funcionalidad, alargando así el ciclo de vida de tu vivienda.

Queremos que, más allá de adquirir los materiales y requisitos necesarios para tu proyecto, también cuentes con la calidad de los mismos, permitiendo expandir y hacer que perdure tu visión inversionista. Los Arquitectos Locales somos gestores de proyectos económicos, funcionales y confortables, nuestra manera de agregar valor a los proyectos es orientando a los clientes hacia la satisfacción de sus ideales. 
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